Pero, del otro lado del mundo, en esa década que asistía al origen de este formato televisivo, se criaba en Islandia el pequeño Hermann Gunnarson, un niño extrovertido, con evidente facilidad para los deportes, sobre todo fútbol y handball o balonmano, quien había nacido en diciembre de 1946.
No fue de extrañar entonces, que casi al mismo tiempo, debutara en Primera División del Fútbol de su país, representando al Knattspyrnufélagio Valur, de la capital Reikiavik, cuando apenas tenía 18 años; mientras que, justamente con el mismo equipo, que ya había incorporado al handball a sus disciplinas, también tuvo su debut, ambos en 1964, algo realmente extraño para el deporte mundial, pero en que Islandia no tomó demasiada trascendencia por algunos casos anteriores.